Un tratamiento antirretroviral intensivo consigue una rápida reducción del VIH en semen

La incorporación de maraviroc y raltegravir a un régimen antirretroviral estándar permite reducir de forma rápida la presencia de VIH en semen a niveles indetectables, según afirma un equipo de investigadores de Canadá en la publicación Journal of Infectious Diseases. Además, también se comprobó que la secreción intermitente de pequeños niveles de VIH en semen fue menos frecuente en el caso de las personas que tomaban una terapia intensificada que en las tratadas con el régimen triple estándar.

Se constató que la incidencia de episodios aislados de secreción de VIH (EASV) en semen fue significativamente menor en los pacientes tratados con la terapia intensificada. Sin embargo, uno de los hombres presentó EASV de alta concentración (a menudo, por encima de las 10.000 copias/mL) que se prolongaron hasta 14 meses tras el inicio del tratamiento. Esto indica que puede seguir siendo posible la transmisión ocasional del VIH por vía sexual a pesar de tener una carga viral indetectable en sangre.

Las conclusiones de un estudio reciente demostraron que, cuando la carga viral es indetectable gracias al tratamiento antirretroviral, el riesgo de transmisión del VIH en una pareja heterosexual serodiscordante podría reducirse hasta en un 96%, y existe un consenso cada vez mayor del papel preventivo que tiene la terapia antirretroviral.

No obstante, a veces se ha detectado la presencia de VIH en los fluidos genitales de personas que mantienen una viremia indetectable en sangre y se han registrado casos aislados de transmisión en dichos casos.

Los fármacos maraviroc (Celsentri®) y raltegravir (Isentress®) tienen facilidad para llegar al semen y, por este motivo, el equipo de investigadores de Canadá decidió comprobar si la incorporación de dichos antirretrovirales a un tratamiento triple habitual permitiría reducir la frecuencia de la secreción intermitente de VIH en semen.

El estudio contó con la participación de 13 hombres gais que iniciaron tratamiento intensificado y 25 hombres en el grupo de control, que recibieron la terapia triple habitual. Ninguno de los participantes presentaba infecciones de transmisión sexual, un factor que está relacionado con la secreción de VIH en semen. Se obtuvieron muestras emparejadas de semen y sangre a lo largo de dos años.

Las personas tratadas con el régimen intensificado presentaron un nivel nadir de CD4 (el nivel histórico más bajo) más elevado y un nivel de carga viral más bajo en sangre que los hombres que recibieron el tratamiento estándar (340 frente a 213 células/mm3 y 7.000 frente a 50.000 copias/mL, de forma respectiva). Con todo, la carga viral en semen fue similar en ambos grupos al comienzo del estudio (5.136 frente a 2.979 copias/mL).

La viremia en semen disminuyó con más rapidez en el grupo de hombres que tomaron la terapia intensificada, entre los cuales la posibilidad de presentar una carga viral indetectable en semen tras dos semanas fue mayor que en el grupo de control (12 de 13 frente a 20 de 26; p= 0,036).

La secreción aislada del virus en semen se detectó en el 48% de los participantes que tomaban el tratamiento estándar, frente al 15% de los que tomaban el régimen intensificado, una diferencia estadísticamente significativa.

Al limitar el análisis a los varones que tenían una carga viral en sangre indetectable, se comprobó que la terapia intensificada se relacionó con una menor frecuencia de secreción viral en semen (7 frente a 15%).

El 16% de los hombres tratados con el régimen estándar presentaron una secreción de alto nivel en semen (considerada así cuando la carga viral supera las 5.000 copias/mL), frente a un único participante (8%) en el grupo cuya terapia incluía maraviroc y raltegravir.

Uno de los hombres con viremia indetectable en sangre siguió mostrando niveles detectables de virus en semen en los 14 meses posteriores al inicio del tratamiento intensificado.

Este hecho impulsó al equipo de investigadores a comprobar si se seguía secretando virus en el semen de los hombres que habían estado tomando terapia anti-VIH durante largo tiempo.

Así, se examinaron muestras emparejadas de sangre y semen procedentes de otros 26 hombres que habían tomado tratamiento estándar durante bastante tiempo, en algunos casos hasta más de cinco años. Todos ellos tenían una carga viral indetectable en sangre y no presentaban otras infecciones de transmisión sexual.

Aproximadamente la mitad de los hombres que habían estado tomando tratamiento durante menos de seis meses mostraban episodios intermitentes de virus detectable en semen. Este porcentaje se redujo al 20% cuando se había tomado terapia entre uno y tres años. Por último, ninguno de los varones del estudio que había recibido tratamiento durante más de tres años presentaba virus detectable en semen, un dato que los autores del estudio consideran alentador.

Aunque el equipo de investigadores considera que sus resultados respaldan la conclusión de que la terapia antirretroviral eficaz tiene un impacto significativo sobre el riesgo de transmisión, también concluyen que parece claro que pueden provocarse episodios aislados de secreción viral en semen a niveles elevados a pesar de tomar una terapia antirretroviral eficaz, incluso cuando se añadieron fármacos con una mayor capacidad de penetración en el tracto genital. No obstante,habría que realizar más estudios para comprobar la relación de estos episodios aislados de secreción viral en semen con el riesgo real de transmisión del VIH.

Fuente: gTt-VIH