Condón femenino brilla por su ausencia en Venezuela

Los condones vaginales son tan eficaces como los masculinos, pero es un producto díficil de conseguir. En Venezuela no se ha comercializado pero tampoco está siendo distribuido de forma gratuita por las autoridades sanitarias nacionales.

Tan eficaces como los masculinos, pero de una sola marca, más caros y difíciles de conseguir. Así son los condones vaginales, un producto que pese a que está en el mercado internacional desde hace 20 años todavía no se ha comercializado en Venezuela y tampoco está siendo distribuido de forma gratuita por las autoridades sanitarias nacionales desde hace tres años.

Grisbel Escobar, coordinadora de la Asociación Civil Mujeres Unidas por la Salud (Musas), manifiesta que el Programa Nacional de SIDA/ITS, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Salud, entregaba condones femeninos para acciones de prevención en materia de VIH/SIDA a las coordinaciones regionales de VIH y a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con la temática de VIH/SIDA. Sin embargo, la última vez que se entregó un lote, en esa oportunidad de 3 mil condones, fue en diciembre de 2008.

Si no se conoce, no se promociona
«Ante el retardo, hemos hecho una cantidad de reuniones que hasta ahora no han dado resultado. El año pasado se dijo que se haría la compra por medio de la Misión Niño Jesús. De hecho se mandaron a hacer los portacondones, pero nunca llegaron», afirma Escobar, quien supo de manera extraoficial que en este 2012 ya se había firmado en punto de cuenta para la adquisición.

La inexistencia de los productos en el país ha hecho cuesta arriba la promoción de este método anticonceptivo vaginal alternativo al preservativo masculino para que sea la mujer la que decida cuidarse y protegerse de una infección de transmisión sexual como el VIH/SIDA y de un embarazo no deseado. «Estudios han demostrado que luego que se conoce, el condón tiene una aceptación de 85%. Pero en problema es que en Venezuela no hay estabilidad para lograr esta aceptación», agrega Escobar.

Entre las últimas acciones de Musas para incidir en que el Gobierno nacional implemente programas de mayor acceso del condón femenino, está la recolección de mensajes en muñecas de papel en el que las mujeres escriben por qué lo necesitan. Por ahora hay cerca de 500 mensajes ya grabados y que pronto serán entregados a las autoridades del Ministerio de Salud.

Venezuela debe ponerse pilas
La asistencia gubernamental es clave porque el preservativo femenino no está tan distribuido en el mundo y además es mucho más costoso que el masculino. En Nueva York, por ejemplo, el estuche de tres unidades cuesta seis dólares aproximadamente. Todavía existen ciertos tabú y burlas, que están siendo combatidas por muchos países de Europa y Norteamérica, sobre todo. Sólo existe un modelo disponible, mientras que del preservativo masculino hay distintos modelos, tamaños y colores. Por ello, se ha instado a los distribuidores a invertir en el desarrollo de otras opciones a fin de que las mujeres puedan encontrar el que mejor le convenga.

Escobar indica que desde 2009 circula el nuevo condón de polímero denitrilo, que vino a sustituir al de plástico sintético llamado poliuretano. Los actuales tienen menos costos de producción y son menos ruidosos. Musas, por su cuenta, en 2010 logró que en el exterior le donaran 5 mil de estos para introducirlos al país. «Hemos tratado de que el Ministerio de Salud se involucre más con nosotros pero hasta ahora no se ha concretado nada», apunta.

Tomado del Diario TalCualDigital.